


El sábado 21 de octubre, durante el tercer día del Triduo conmemorativo de los 350 años de la presencia del Carmelo Descalzo en Cusco, se llevó a cabo una solemne procesión de la Virgen del Carmen y Santa Teresa. El recorrido se inició en el templo de Santa Teresa y culminó en la Basílica Catedral del Cusco.
Durante el recorrido en la Plaza de Armas se encontraron El señor de los Milagros, la Virgen del Carmen y Santa Teresa bendiciendo así a la feligresía cusqueña, llenando de gozo y alegría el momento.
La celebración de la víspera se realizó con una Santa Misa presidida por Monseñor Richard Daniel Alarcón Urrutia, Arzobispo Metropolitano del Cusco, quien recibió a las veneradas imágenes en la Basílica Catedral del Cusco.
En su homilía el Arzobispo Metropolitano del Cusco, saludo la presencia de los Padres Carmelitas, a la Orden Carmelita en Perú y a las otras delegaciones que pertenecen a los Monasterios del Perú.
“Por eso nuestra Basílica Catedral se siente alegre y contenta de tener a la Madre de Dios que viene acompañada casualmente de Santa Teresa de Jesús, que representa la espiritualidad carmelita, a través de sus hijas”, indicó Monseñor, resaltando el rol de las hermanitas Carmelitas en venerar a la Madre de Dios.
Además, expresó su alegría al presenciar el encuentro entre Santa Teresa y el Taytacha de los Temblores en la Basílica Catedral del Cusco. Fue un momento especial que resaltó como un hermoso símbolo de encuentro y diálogo entre la Madre de Dios y su Hijo, en vísperas de una festividad tan relevante para las Carmelitas.