Emotiva Santa Misa Jubilar por los Pobres reunió a cientos de fieles en la Basílica Catedral del Cusco

En el marco de la Jornada Mundial de los Pobres, el pasado 17 de noviembre se celebró la Santa Misa Jubilar por los Pobres, presidida por el Excmo. Mons. Richard Daniel Alarcón Urrutia, Arzobispo Metropolitano del Cusco, y concelebrada por Mons. Manuel Bravo Álvarez, Vicario General de la Arquidiócesis del Cusco, junto al Pbro. Genaro Huamán Huayllapuma. La celebración reunió a decenas de fieles que se unieron en Oración por las personas más necesitadas. Asimismo, participaron representantes de Cáritas parroquiales, diversos grupos pastorales y la feligresía en general.

La jornada dio inicio con una peregrinación que partió desde la Capilla del Triunfo y culminó en la Basílica Catedral del Cusco, donde los fieles, con profunda Fe y devoción, acompañaron este significativo recorrido.

En su homilía, Mons. Richard Daniel reflexionó que la pobreza no es querida por Dios. Enfatizó que la pobreza no es resultado de un castigo divino, pues Él no desea el sufrimiento de los más necesitados. Por ello, hizo un llamado enérgico a la comunidad a convertirse en portadores de esperanza. "Todos debemos ser portadores de esa esperanza para poder orientar y levantar el ánimo a los que nos necesitan," afirmó. Subrayó que el pobre no debe permanecer abatido o "sujeto al suelo", sino que la comunidad tiene el deber moral de levantarlo con la virtud de la esperanza, reiterando que su situación de carencia nunca fue la voluntad de Dios.

La celebración concluyó con la Bendición con Indulgencia Plenaria impartida por el Arzobispo del Cusco. Esta bendición fue otorgada a los pobres y a todos aquellos que trabajan por el cuidado y la atención de los más necesitados, bajo la protección de San Martín de Porres. Finalmente, este Jubileo de los Pobres invita a toda la feligresía a transformar la reflexión en una acción concreta de caridad y acompañamiento fraterno.