Han pasado 38 años desde aquella vez que San Juan Pablo II, coronó en la explanada de Sacsayhuaman a la Virgen del Carmen de Paucartambo, con este motivo especial, el pasado viernes 03 de febrero se celebró una Santa Misa de Coronación en auditorio de la Municipalidad Provincial de Paucartambo, presidida por nuestro Arzobispo, Mons. Richard Daniel Alarcón Urrutia.

Eucaristía que fue concelebrada por el Padre Hernán Soncco Pineda, párroco de esta comunidad parroquial y que contó con la participación de las principales autoridades civiles de la zona, así como de la hermandad, las comparsas y feligresía.

En su homilía Mons. Richard Daniel, nos recordó aquella vez que el Cusco recibió la visita del sucesor de Pedro, San Juan Pablo II y su encuentro con la Virgen del Carmen, quien delante de una multitud llena de Fe, tuvo la gentileza de conceder la corona a nuestra Virgen de Paucartambo y que ahora gracias a ese acontecimiento Ella está reconocida por la Iglesia universal, como Madre de la Iglesia, una Madre que acompaña a su pueblo en los momentos más difíciles.

La Virgen nos invita a reflexionar que años atrás en medio de una crisis terrorista en nuestro país, en ese ambiente de terror, sufrimiento y muertes, vino el Santo Padre para mostrarnos a María y que a través de sus Oraciones nos indicó que no estamos solos. Ella es milagrosa y ese momento de terror en aquellos años nos lo demostró.

Por otro lado, hemos vivido momentos duros en esta pandemia, en la cual la sociedad se sintió impotente y muchas personas en esos momentos de desesperación se acercaron a la Virgen del Carmen mostrando su Fe y ahora que estamos pasando por otra crisis, no nos apartemos de Dios. Todos somos hermanos y estamos para ayudarnos y buscar el desarrollo, elevemos nuestras Oraciones y plegarias a la Virgen para que Ella nos ayude y cambie corazones y mentalidades, “hay que buscar el bien común” precisó.

Por último, Mons. Richard Daniel espera que todos trabajemos unidos para que el próximo mes de julio, el Templo ya esté culminado para poder continuar la nuestra vida católica, “nuestra esperanza está puesta en la Virgen”, recalcó.