En Viernes Santo se conmemora la Pasión y Muerte de Jesús; es por eso que en este año Mons. Richard Daniel Urrutia, Arzobispo Metropolitano del Cusco, presidió los actos litúrgicos en la Basílica Menor de la Merced junto a la feligresía en general.

Bien se sabe que en este día se recuerda el sacrificio de la muerte de Cristo, por tanto, Mons. Richard Daniel invitó a reflexionar lo que en realidad significa la vida - por consiguiente la muerte - y qué hacemos para salvaguardarla.

En su homilía Mons. Richard invita a reflexionar que, “Jesús no murió, lo mataron; fue justo e inocente y lo declararon culpable. Dios creó la vida, no la muerte. Sin embargo, la vida del hombre no es eterna, es transitoria. Pero estamos llamados a proteger la vida de cada ser humano”. Existen muchas ocasiones en las que a veces el hombre provoca situaciones donde mata al hombre, a su hermano. Por tanto, “es ley proteger la vida de cada cristiano” explica Mons.

Finalmente Mons. Richard nos invita a meditar sobre la vida del ser humano. “Tenemos que ser todos protectores de la vida porque la vida humana es sagrada. Hagamos oración, y pidamos al Señor que nos ayude a todos nosotros, comprender y reconciliarnos; y junto con Cristo volver otra vez al compromiso de una viuda nueva”.

Después de la homilía se dio acceso para que la feligresía pudiera acercarse a la imagen de Cristo crucificado y así terminar de celebrar la Eucaristía.

Al finalizar, se llevó a cabo la tradicional procesión del Santo Sepulcro la cual fue acompañada por bomberos, autoridades militares y policiales, Mons. Richard Daniel junto a la imagen de la Virgen Dolorosa, y por supuesto, la feligresía cusqueña.