El pasado 04 de octubre, fecha en la que la Iglesia celebra la Solemnidad en honor a San Francisco de Asís, los feligreses y la comunidad franciscana se reunió en el Templo que lleva su nombre, para conmemorar este importante día con una Santa Misa de Fiesta, presidida por Mons. Richard Daniel Alarcón Urrutia, arzobispo Metropolitano del Cusco, quién destaco la labor de los franciscanos para nuestra iglesia y la comunidad.

Durante la homilía el Reverendo Padre Fray Edgar Quispe OP. Prior de la Orden de Santo Domingo, reflexionó profundamente sobre la vida de San Francisco de Asís, un hombre que, a pesar de gozar de privilegios y riquezas, optó por renunciar a todo para dedicarse a servir a los más necesitados y convertirse en un misionero de Dios. Su elección de vida sorprendió a muchos, quienes cuestionaron su cordura y predijeron su pronta rendición. Sin embargo, San Francisco nos brinda un testimonio elocuente de cómo la fe y nuestros valores cristianos pueden capacitarnos para resistir las tentaciones y seguir un camino de virtud.

El ejemplo de San Francisco nos muestra la importancia de vivir en obediencia a la voluntad de Dios, apartándonos del afán por las posesiones materiales y encontrando la verdadera felicidad en la sencillez y la austeridad. Su vida nos enseña que la renuncia a las comodidades terrenales nos acerca más a la esencia de nuestra fe y nos permite experimentar una profunda comunión con Dios. Gracias a él se creó la “Organización Mundial de Protección animal”, aprendiendo día a día como católicos el amor y cuidado a los animales.

También se destacó igualmente la trascendental labor misionera de Santa Clara de Asís, quien, junto a San Francisco de Asís, fundó la Orden de las Hermanas Pobres, conocidas como las Clarisas, la rama femenina de la orden franciscana.