Después de más de dos años del inicio de la pandemia, Monseñor Richard Daniel Alarcón Urrutia, Arzobispo Metropolitano del Cusco celebró, la solemne Misa de Pascua de Resurrección en la Basílica Catedral del Cusco, junto a la feligresía cusqueña quienes, con gran alegría, recibieron el mensaje de paz que trae Jesús resucitado.

Mons. Richard Daniel comenzó su homilía comentando que, iniciamos el Tiempo de la Pascua, 50 días que la Iglesia nos regala, para poder renovar nuestra fe en la resurrección de Jesucristo, culminamos la Semana Santa renovados en nuestra fe y es motivo para poder tener una mirada de esperanza, los problemas no faltarán, pero nosotros sabemos que no estamos solos, Jesús resucitado continúa vivo acompañándonos, Él está en la Palabra de Dios que cada domingo vamos a escuchar.

Continúo diciendo, que este Tiempo de Pascua, sea para tomar conciencia de nuestra condición de bautizados, cuando vamos a Misa nos encontramos como comunidad de creyentes en Cristo, por eso nos reunimos y celebramos, pero también al salir del Templo,  tenemos que llevar la vida de bautizados a todos los momentos de nuestra vida; frente al compromiso social de la Iglesia, el bautizado debe de dar testimonio de la caridad con su prójimo, porque tenemos que poner en práctica el mandamiento del amor, no somos cristianos para mentir, engañar, hacer daño,  estar hablando mal del otro, hacer trampas y menos caer en la corrupción, la corrupción  es una de las enfermedades más graves que tenemos hoy en la sociedad, más grande que el cáncer, es un virus más grande que la pandemia del COVID-19.