Palabras del Pastor - Mons. Richard Daniel Alarcón - La Ascensión del Señor
23 Mayo,2020
Muy queridos hermanos y hermanas, que la alegría de Jesús que asciende a los cielos retornando a la casa de su Padre, permanezca siempre con todos y cada uno de ustedes.
El día de hoy nos unimos a la Iglesia Universal que celebra la Ascensión de Jesús a los cielos, es un misterio muy grande, no es sólo recordar un acontecimiento histórico que realmente sucedió; Jesús reunió a sus discípulos en el monte de Galilea y ahí se despidió de ellos, sus discípulos fueron testigos de verlo subir a los cielos y desaparecer, es el retorno de Jesús a la casa de su Padre, Él ya les había anticipado a sus discípulos para esta especie de despedida entre comillas, una despedida que marcaba el inicio de otra presencia de Jesús entre sus discípulos.
Jesús retorna a la casa de su Padre, una primera lección, para rendir a su Padre la satisfacción de la obra cumplida, Jesús le entrega su Padre la misión que Él le encomendó de traernos la buena nueva del Evangelio y de generar el reino de Dios en medio de los hombres y para eso tenía que morir como Él mismo lo dijo: "Como el grano de trigo que tiene que morir para luego dar vida", entonces Jesús le rinde a su Padre éste informe positivo que Él ha realizado, y desde allí acompaña a su Iglesia; esto nos da una lección de la labor cumplida, todos nosotros tenemos una tarea, una misión que tenemos que cumplirla día tras día, y algún día cuando el Señor nos llame a su presencia, tenemos que rendirle cuenta a nuestro Dios. Aprovechemos cada día para cumplir la voluntad de nuestro Dios, en nuestra vida personal, en nuestra vida familiar y en nuestra vida social.
En segundo lugar, es el día de la misión, recordamos con gran alegría las últimas palabras de Jesús: "vayan por todo el mundo y hagan discípulos de todos los pueblos", la tarea y la misión de la Iglesia, es muy importante recordar hoy nuestra condición de Misioneros, el Señor nos ha confiado ahora en este tiempo y en este clima de pandemia que estamos viviendo, no debemos de renunciar a nuestra misión
evangelizadora, anunciar el reino y el amor de Dios, compartir el amor de Dios con todos nuestros semejantes, con nuestros hermanos más necesitados, esa es la tarea, hacer discípulos de Jesucristo, anunciar y dar testimonio de la alegría de nuestra fe.
Y en tercer lugar dice Jesús: " Bauticen en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo y enséñenles a guardar todo lo que yo les he mandado", porque Jesucristo nos pone de modelo a su familia, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, es la familia divina y todos los que nazcan de nuevo a través del bautismo, tienen que entrar a formar parte de esta familia divina, estamos en el Año Misionero de la Familia y la familia se ha fundado sobre el modelo de la familia divina, como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, viven en amor, la comunidad familiar conformada por el padre, la madre y los hijos, deben vivir también con mucho amor, comprometidos en la tarea y misión que Dios les ha confiado, la formar una familia cristiana; enseñarles es la tarea de los padres es educar a sus hijos, formarlos con la Palabra, con el ejemplo, la misma tarea que tiene la Iglesia, que también es madre, que también educa, instruye, recomienda, aconseja, orienta, el papel de la Iglesia como madre, es enseñar a guardar todo lo que Jesucristo nos ha enseñado, no para el mal del mundo, sino para el bien, la alegría y la salvación del mundo.
Por último, la tercera promesa de Jesús, Él se ha ido al cielo pero dice: "sepan que yo estoy con ustedes todos los días", la presencia del Señor resucitado está con nosotros, en la Palabra, en la Eucaristía, en cada uno de los Sacramentos y en la misma Iglesia, todos los cristianos formamos el cuerpo de Cristo, Cristo está vivo, esta es la alegría que nos deja el Señor, de su presencia permanente, nunca estamos solos, pero eso dependerá de nuestra fe y de nuestro compromiso como Él mismo dice: "si me aman cumplirán mis mandamientos".
Hermanos y hermanas, que esta Ascensión del Señor nos ayude a renovar nuestro ideal y el anhelo de algún día estar con Jesús para siempre, que su bendición los acompañe esta semana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
+ Richard Daniel Alarcón Urrutia
Arzobispo Metropolitano del Cusco.
El día de hoy nos unimos a la Iglesia Universal que celebra la Ascensión de Jesús a los cielos, es un misterio muy grande, no es sólo recordar un acontecimiento histórico que realmente sucedió; Jesús reunió a sus discípulos en el monte de Galilea y ahí se despidió de ellos, sus discípulos fueron testigos de verlo subir a los cielos y desaparecer, es el retorno de Jesús a la casa de su Padre, Él ya les había anticipado a sus discípulos para esta especie de despedida entre comillas, una despedida que marcaba el inicio de otra presencia de Jesús entre sus discípulos.
Jesús retorna a la casa de su Padre, una primera lección, para rendir a su Padre la satisfacción de la obra cumplida, Jesús le entrega su Padre la misión que Él le encomendó de traernos la buena nueva del Evangelio y de generar el reino de Dios en medio de los hombres y para eso tenía que morir como Él mismo lo dijo: "Como el grano de trigo que tiene que morir para luego dar vida", entonces Jesús le rinde a su Padre éste informe positivo que Él ha realizado, y desde allí acompaña a su Iglesia; esto nos da una lección de la labor cumplida, todos nosotros tenemos una tarea, una misión que tenemos que cumplirla día tras día, y algún día cuando el Señor nos llame a su presencia, tenemos que rendirle cuenta a nuestro Dios. Aprovechemos cada día para cumplir la voluntad de nuestro Dios, en nuestra vida personal, en nuestra vida familiar y en nuestra vida social.
En segundo lugar, es el día de la misión, recordamos con gran alegría las últimas palabras de Jesús: "vayan por todo el mundo y hagan discípulos de todos los pueblos", la tarea y la misión de la Iglesia, es muy importante recordar hoy nuestra condición de Misioneros, el Señor nos ha confiado ahora en este tiempo y en este clima de pandemia que estamos viviendo, no debemos de renunciar a nuestra misión
evangelizadora, anunciar el reino y el amor de Dios, compartir el amor de Dios con todos nuestros semejantes, con nuestros hermanos más necesitados, esa es la tarea, hacer discípulos de Jesucristo, anunciar y dar testimonio de la alegría de nuestra fe.
Y en tercer lugar dice Jesús: " Bauticen en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo y enséñenles a guardar todo lo que yo les he mandado", porque Jesucristo nos pone de modelo a su familia, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, es la familia divina y todos los que nazcan de nuevo a través del bautismo, tienen que entrar a formar parte de esta familia divina, estamos en el Año Misionero de la Familia y la familia se ha fundado sobre el modelo de la familia divina, como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, viven en amor, la comunidad familiar conformada por el padre, la madre y los hijos, deben vivir también con mucho amor, comprometidos en la tarea y misión que Dios les ha confiado, la formar una familia cristiana; enseñarles es la tarea de los padres es educar a sus hijos, formarlos con la Palabra, con el ejemplo, la misma tarea que tiene la Iglesia, que también es madre, que también educa, instruye, recomienda, aconseja, orienta, el papel de la Iglesia como madre, es enseñar a guardar todo lo que Jesucristo nos ha enseñado, no para el mal del mundo, sino para el bien, la alegría y la salvación del mundo.
Por último, la tercera promesa de Jesús, Él se ha ido al cielo pero dice: "sepan que yo estoy con ustedes todos los días", la presencia del Señor resucitado está con nosotros, en la Palabra, en la Eucaristía, en cada uno de los Sacramentos y en la misma Iglesia, todos los cristianos formamos el cuerpo de Cristo, Cristo está vivo, esta es la alegría que nos deja el Señor, de su presencia permanente, nunca estamos solos, pero eso dependerá de nuestra fe y de nuestro compromiso como Él mismo dice: "si me aman cumplirán mis mandamientos".
Hermanos y hermanas, que esta Ascensión del Señor nos ayude a renovar nuestro ideal y el anhelo de algún día estar con Jesús para siempre, que su bendición los acompañe esta semana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
+ Richard Daniel Alarcón Urrutia
Arzobispo Metropolitano del Cusco.