PALABRAS DEL PASTOR

Palabras del Pastor - Mons. Richard Daniel - V Domingo del Tiempo Ordinario.

7 Febrero,2021

Muy queridos hermanos y hermanas, en este “Año Misionero de la Iniciación a la Vida Cristiana” y bajo el patrocinio de San José, me dirijo a cada uno de ustedes para meditar el mensaje de la Palabra de Dios.

Entramos a la quinta semana del tiempo ordinario, acompañando a Jesús como discípulos suyos y estamos meditando el Evangelio de San Marcos. El texto que nos propone la Palabra de Dios para esta semana es muy importante e interesante tiene mucho que ver con nuestra vida cristiana hoy, Jesús se nos presenta en un programa de vida, que Él desarrollaba empáticamente, esta era la forma en la desempeñaba papel y su misión como Mesías, de una manera ordenada.

Encontramos a Jesús en el texto del Evangelio de Marcos predicando en la sinagoga, curando a un endemoniado; después va ha visitar a la familia de Pedro, quien tiene a su suegra enferma, Jesús visita la casa, entra y dialoga con la persona enferma, le transmite ese amor de Dios y cura de su enfermedad a la suegra del apóstol Pedro.

Por la tarde cuando el sol ya se ocultaba, encontramos a Jesús sanando a muchos enfermos, mucha gente acudía el llevándole a sus enfermos, es decir Jesús empieza su ministerio predicando la Palabra de Dios y haciendo una pastoral con los enfermos transmitiendoles, el amor de Dios que se convierte en recuperar su salud, ¿cuántos lisiados, cojos, ciegos, habrán asistido y buscado a Jesús?, para encontrar en Él, la fuente de su salud humana, física, pero también de su salud espiritual, hasta la noche Jesús se encontró realizando estas actividades en bien de los enfermos; después de todas estas actividades, muy de madrugada se supone después de un pequeño descanso, el Señor se levanto tempranísimo en la madrugada y se fue a la montaña a orar, que importante para Jesús era encontrarse con su Padre y a través de la oración recibir la fuerza espiritual, para después nuevamente retornar; Él dice a sus discípulos vamos a otros pueblos, porque también ahí tenemos que predicar el evangelio y sanar a los enfermos.

Entonces miren hermanos como Jesús tenía todo su tiempo programado para cumplir con la misión que su Padre le había encomendado, orando, predicando, atendiendo a los enfermos y devolviendoles la salud a todos los que lo necesitaban, así se pasaba el día Jesús, dedicado totalmente a hacer presente el Reino de Dios entre los hombres.

Este modelo programa de vida, es el modelo también de programa de vida para todo cristiano miembro de la iglesia, tenemos que aprovechar el tiempo que Dios nos regala, cada día dedicar un espacio para la oración, ya sea en forma personal, comunitaria, con la familia, aprovechar todo espacio y momento que tenemos para predicar la Palabra de Dios, el amor de Dios, ya sea en la familia, en el trabajo y en todas las actividades, siempre tenemos que dar un espacio también para poder ayudar a los demás con un corazón solidario, una palabra de aliento, un compartir con el que lo necesita, visitar a los enfermos, dar palabras de aliento a los que se encuentran desanimados, todas estas actividades deben de ser programadas en la vida del cristiano.

Nuestra vida cristiana debe de ser organizada en momentos con Dios y en con los hermanos predicando y haciendo el bien, Jesús empezó su ministerio desarrollando una pastoral de la salud con los enfermos, hoy estamos en tiempos de pandemia, debemos tener un espacio, un momento para poder dedicarnos a prevenir estas enfermedades, a visitar a una familia que está pasando momentos difíciles, de tal manera que nuestro amor como cristianos no quede solamente en la parte interior, si no lo podamos compartir también con los demás, un programa de Vida Cristiana al estilo de Jesús, orando, predicando y haciendo el bien a los demás, este debe de ser el esquema que debemos de tener todos los cristianos todos los días de nuestra vida, para así llevar una vida cristiana conforme al quererte Dios.

Que Jesús nos siga acompañando y nos derrame todas sus bendiciones, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

+ Richard Daniel Alarcón Urrutia
Arzobispo Metropolitano del Cusco.