PALABRAS DEL PASTOR

Palabras del Pastor - Mons. Richard Daniel - Quinto Domingo de Pascua

2 Mayo,2021

San Juan 15,1-8.
 
 
 En el “Año Misionero de la Iniciación a la Vida Cristiana” y bajo el patrocinio de San José les hago llegar mi saludo cariñoso a todos y cada uno de ustedes.

Estamos en el hermoso tiempo de la Pascua, nos acompaña Jesús vivo y resucitado en estos domingos, para hacernos presente en primer lugar que Él está con nosotros y esa es la alegría de la Pascua, Jesús no nos ha dejado solos, no nos ha abandonado, Él está caminando a nuestro lado.

Después de la imagen del buen pastor que hemos meditado en la semana cuarta del tiempo de la Pascua, ahora se nos presenta otra figura que tomamos de la lectura de San Juan donde Jesús en la última cena se compara Él a una vid, a un tronco y todos los seguidores de Jesús vienen a ser las ramas de este tronco, “yo soy la vid y ustedes, los sarmientos”, los sarmientos viven incorporados a la vid por lo tanto usando esta figura el Señor nos invita a reflexionar la relación que tenemos los cristianos con la persona de Jesús resucitado y Jesús resucitado es una fuente de vida, así como un tronco da vida a las ramas y a través de estas ramas se va generando el crecimiento de las ramas para dar fruto, así como cristiano tiene que estar incorporado en la persona de Cristo, incorporado al amor de Cristo y debe estar incorporado a la vida de Cristo por eso Él dice: “yo soy la vid, ustedes, los sarmientos”.

Nadie puede vivir si no está insertado al tronco, mi Padre cuida para que los sarmientos puedan dar buenos frutos, esta es la figura que nos invita a reflexionar esta quinta semana del tiempo de la Pascua que significa esta vida que nos ofrece Jesús, con su resurrección Él nos ha recuperado una nueva vida que de alguna manera la habíamos perdido por el pecado antes de la muerte de Jesucristo; Jesús con su muerte en la cruz ha logrado el perdón y nos concede una nueva vida, entonces esta nueva vida nos la transmite a través de los sacramentos, especialmente con el sacramento del bautismo. El bautismo nos incorpora a la persona de Cristo, a través del bautismo nos comunica su vida para que podamos también nosotros dar los frutos que Él quiere frutos de amor, paz, confraternidad, santidad.

El cristiano está llamado a vivir la santidad de su bautismo, pero por eso hay que permanecer unidos al tronco que es Jesús, estamos en el “Año Misionero de la Iniciación a la Vida Cristiana” y la vida cristiana no tendrá fruto, la vida cristiana no se desarrollará si es que está separada del tronco; es por eso muy importante tomar consciencia de que nuestra vida cristiana depende de cómo estamos incorporados al tronco de Cristo, ese tronco de Cristo es la iglesia, es su Palabra, son los sacramentos, por eso de ahí nos alimentamos, de ahí recibimos la vida, se nos comunica la santidad, por eso querido hermano y hermana en ese tiempo de la Pascua haz un análisis, un examen de consciencia. Si tú estás realmente incorporado a tu vida de la iglesia en tu parroquia, a la reflexión de la Palabra o a la participación en la Eucaristía te darás cuenta entonces que lograras recibir toda la fuerza de Jesús, toda su gracia, toda su bendición si estás conectado a Él, a su iglesia, a su Palabra y a los sacramentos especialmente a la Eucaristía.

Hagamos esta semana una reflexión y podamos también, en caso nos hemos separado, volver otra vez a insertarnos en el tronco de Cristo; “yo soy la vid y ustedes, los sarmientos y mi Padre quiere que den buenos frutos”, cuán necesarios para esta sociedad que estamos ahora viviendo en estos momentos tan difíciles, todos los cristianos tenemos que ser, esos sarmientos que dan frutos de amor, paz y fraternidad, en esta sociedad en tiempos difíciles.
Pidamos al Señor que nunca nos separemos de Él y nos mantengamos firmes, fieles, seguros y unidos a su Palabra y a la Eucaristía; que el Señor los colme de muchas bendiciones en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
+ Richard Daniel Alarcón Urrutia
Arzobispo Metropolitano del Cusco.