PALABRAS DEL PASTOR

Palabras del Pastor - Mons. Richard Daniel - Primer Domingo de Adviento

29 Noviembre,2020

San Marcos 13,33-37.
 
Muy queridos hermanos y hermanas, con gran alegría iniciamos un nuevo tiempo litúrgico, que nos prepara al nacimiento de nuestro salvador.

Iniciamos el tiempo del adviento, en este año 2020, marcados por esta pandemia del COVID-19, preparándonos para vivir una Navidad también de una manera especial, como hemos vivido todos estos meses de este año; la pandemia no tiene que afectar nuestra fe, por eso nos preparamos para recibir con gran gozo y alegría a Jesús, que es nuestra esperanza, nosotros tenemos que abrirle las puertas de nuestro corazón, quizá la navidad no será igual que los años anteriores, pero sí tenemos a Jesús hermano y hermana, eso es suficiente es lo más grande, es lo más hermoso porque no hay navidad sin Jesús y con Jesús lo tenemos todo.

Nuestro “Año Misionero de la Familia”, continúa todavía en este mes de diciembre, hasta el final del año y cuando celebramos el día de la Sagrada Familia, estaremos clausurando solemnemente este año de gracia, que Dios nos ha concedido, así que pensemos cómo vamos a vivir el adviento en la familia, y cómo vamos a recibir a Jesús en nuestra familia en el tiempo de la Navidad.

Empezamos con el primer domingo de adviento, que es un llamado a dos actitudes muy importantes, dice Jesús a sus discípulos, primero manténganse despiertos, segundo manténganse vigilantes, ¿que nos quieren decir estas dos palabras del Evangelio de Marco, con las iniciamos la primera semana de adviento?, que aprovechemos de este tiempo de adviento para estar despiertos, no dormidos, el despierto es aquel que está activo cumpliendo la tarea que Jesús nos ha confiado como cristianos, individualmente cada uno de nosotros en la actividad que realizamos, en la profesión que desarrollamos, en cualquier actividad ya sea en la familia o en medio de la sociedad, debemos de estar trabajando, debemos de estar colaborando con ese Reino de Dios que Jesús ha colocado en nuestras manos.

Entonces hermanos, la esperanza que nos lleva a Jesús en la Navidad, debe de ser una esperanza activa, laboriosa, llena de entusiasmo, llena de optimismo. Hoy en día, está muy de moda la palabra “reactivación”, tenemos que recrearnos nuevamente, ¿cómo nos ha golpeado esta pandemia?, no solamente la salud, sino también la economía y cuántos hermanos están buscando reactivarse para volver otra vez a su ritmo normal, pues de la misma forma Jesús nos dice: “no te quedes dormido, no te llenes de pesimismo, no te llenes de un espíritu negativo, tienes que seguir trabajando, esforzándote por lograr y conseguir lo que Dios más quiere, el bien personal, el bien de tu familia, el bien de la sociedad.

Entonces que sea un adviento laborioso, de mucho esfuerzo, de mucha creatividad y ten por seguro que Jesús, como dice en el evangelio, vendrá en la noche de Navidad y tú tienes que estar vigilante a su llegada, el vigilante es aquel que está predispuesto en cualquier momento a recibir a Jesús, porque Jesús viene casualmente a traerte la paz, el amor, la confianza, la fuerza para seguir adelante, no perdamos la esperanza hermanos, quizá vamos a estar un poco restringidos de algunas cosas materiales, pero con el corazón despierto, entusiasta, trabajando para que Jesús nos animé y tengamos un próximo año 2021, donde se lleguen a superar todas estas tristes desgracias que nos ha traído esta pandemia.

Así que iniciamos está este tiempo de adviento esta primera semana, con estas dos palabras, no te olvides todos los días, mantente despierto y vigilante, aprovecha de este tiempo para preparar tu corazón, preparar tu familia, preparar nuestra sociedad a la llegada de Jesús, que Él nos acompañe y caminaremos juntos estas semanas de adviento.
Que te colme de muchas bendiciones amor y paz, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. 

+ Richard Daniel Alarcón Urrutia
Arzobispo Metropolitano del Cusco