PALABRAS DEL PASTOR

Palabras del Pastor - Mons. Richard Daniel - Inicio del Tiempo Ordinario

17 Enero,2021

San Juan 1,35-42.
Muy queridos hermanos y hermanas, mi saludo cariñoso y fraterno a todos y a cada uno de ustedes.

Hemos terminado el tiempo de la Navidad con la fiesta del bautismo de Jesús, y con este bautismo, el Señor empieza su vida pública, para nosotros empieza el tiempo ordinario, es decir, vamos a acompañar a Jesús en su vida pública, después de su bautismo.

Hemos empezado también en nuestra Arquidiócesis “El Año Misionero de la Iniciación a la Vida Cristiana”, y dentro de este tema de la vida cristiana, muy importante, el Año Litúrgico, porque la vida cristiana se desenvuelve a lo largo del Año Litúrgico, ser cristiano va llevando su vida ordinaria, ya sea en su familia, en su lugar de estudio o en su trabajo y va acompañando esta vida ordinaria iluminada por su fe, por eso el Año Litúrgico le va orientando, cuál es el camino de su vida a la imagen de Jesucristo nuestro Señor.

Por eso hemos terminado el tiempo de Navidad, ahora empezamos el Tiempo Ordinario y como cristianos nos convertimos en discípulos de Jesús, dónde arranca su vida pública Jesús, casualmente, cuando llama a sus primeros discípulos, es el inicio de su ministerio, después del bautismo, nos dice el evangelio de Juan que, hay tres discípulos que siguen y buscan a Jesús, y Jesús se da cuenta que lo están siguiendo y les pregunta: ¿qué quieren? y le dicen; Maestro ¿dónde vives?, en otras palabras, “Maestro, queremos hablar contigo” o “queremos que tú nos hables” y después de esta hermosa experiencia, vuelven estos discípulos a anunciar a sus demás amigos que han encontrado al Mesías.

Este pasaje está ubicado en los primeros momentos de la vida pública de Jesús, como se encuentra con estos tres discípulos y como ellos retornan anunciando que han encontrado al Mesías que tanta esperanza tenían los judíos.

En este pasaje encontramos la raíz de nuestra vocación de vida cristiana, porque el cristiano es el seguidor de Jesús y siempre tiene que recordar que él es un seguidor de Jesús y para poder ser un seguidor de Jesús necesita, en primer lugar: tener la experiencia de conocer a Jesús, si no conoce a Jesús, ¿cómo lo va a seguir?, sino escucha la Palabra de Jesús, ¿cómo lo va a conocer?, por eso muy importante este evangelio, porque nos relata la historia de cada uno de nosotros que somos cristianos, quizá muchos de nosotros decimos,  “soy cristiano, ya me bauticé”, pero tú te puedes bautizar y no conocer a Jesús, has recibido simplemente un rito, pero no has conocido a Jesús, no te haz identificado con Él,  ahí viene la vida cristiana y eso es lo que vamos a trabajar este año, en este Año Misionero vamos a tratar de fortalecer y todas nuestras reflexiones van a estar enfocadas en la vida cristiana.

Hay cuatro aptitudes muy importantes de las que nos habla el evangelio que Juan proclama en este día, pero también son cuatro palabras muy importantes para poder reflexionar el origen de mi vida cristiana, primero: buscar a Jesús, segundo: conversar con Jesús, tercero: anunciar a Jesús y cuarto: dar testimonio con su vida sobre Jesús.
Estos momentos los encontramos nosotros en este evangelio, es importante, para esta semana, preguntarte sobre las raíces de tu fe cristiana y el punto de partida de toda vida cristiana, es el encuentro con Jesús, es el escuchar a Jesús, es el aceptar a Jesús, el seguir a Jesús y el anunciar a Jesús.

Jesús es el centro de la vida del cristiano, y esto lo tenemos que poner en práctica todos nuestros días, esta semana hagamos un pequeño examen de conciencia, realmente yo puedo decir: ¿he recorrido esta etapa? y si no la he recorrido, entonces voy a empezar a caminar, ese es el tiempo litúrgico, el año litúrgico, arrancamos entonces, acompañando a Jesús, para poder escucharlo, para poder aceptarlo, para poder seguirlo y para poder anunciarlo.

Que el Señor derrame todas sus bendiciones en la vida cristiana que tenemos y que todos podamos llegar a decir: yo realmente soy cristiano, llevó una vida cristiana porque he conocido y he seguido a Jesús, que el Señor te colme de todas sus bendiciones, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
 
+ Richard Daniel Alarcón Urrutia
Arzobispo Metropolitano del Cusco.