PALABRAS DEL PASTOR

Palabras del Pastor - Mons Richard Daniel Alarcón - IV Domingo de Pascua

1 Mayo,2020

“El Señor es mi pastor, nada me puede faltar, en verdes praderas me hace recostar”, muy queridos hermanos y hermanas estamos en el domingo del Buen Pastor, cuarto domingo del Tiempo de la Pascua.

Iniciamos este mes de mayo dedicado a nuestra Madre la Virgen María, mes dedicado a rezar el Santo Rosario, cómo nos lo ha pedido el Papa Francisco, para orar a Dios y pedir por intercesión de nuestra santísima Madre la Virgen María el fin de esta pandemia que día a día viene afectando a miles de familias, llevándose a muchos hermanos nuestros víctimas de esta enfermedad, la única que puede unir sus manos y con ese corazón de madre interceder ante Jesucristo, para que la humanidad, nuestro país y nuestro Cusco, tenga su protección y su intercesión contra este mal que estamos todos sufriendo.

Estamos en este domingo del Buen Pastor, llamados a orar al Señor por las vocaciones, el Papa Pablo VI, en el año de 1964 instituyó el domingo del Buen Pastor como la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones Sacerdotales, y como todos ustedes saben hermanos y hermanas, hoy quien conduce toda nuestra Iglesia, es el Santo Padre el Papa Francisco, en cada Iglesia el Obispo representa al Santo Padre, en cada parroquia el sacerdote como párroco también hace las veces del Buen Pastor en su comunidad; por lo tanto es un domingo dedicado a pedirle a Dios que nunca falten los pastores que conduzcan a su pueblo, Jesucristo es el Buen Pastor y la Iglesia es el rebaño de Jesucristo. Entonces en esta jornada tenemos que pedir a Dios por las vocaciones, para que siempre siembre en el corazón de nuestros jóvenes, esa inquietud, ese camino a seguir, ese llamado a ser otro Cristo, y como Buen Pastor conducir a todas las almas, a todas las personas, a todos los cristianos, a seguir el camino junto a Jesús, durante esta vida, hacia el reino de Dios; entonces les encargó una oración por las vocaciones, ya son dos encargos, ténganlos en cuenta querida familia, primero orar durante el mes de mayo a nuestra Madre Santísima por el fin de esta pandemia, y en segundo lugar orar por las vocaciones para nuestras comunidades parroquiales.

 El domingo del Buen Pastor nos recuerda la imagen de Jesús resucitado, que está caminando delante de su Iglesia y hay cuatro elementos que nos presenta el evangelio de Juan para meditar esta cuarta semana de la Pascua, en primer lugar dice: “el Buen Pastor va delante de las ovejas” y tenemos que saber, que si somos cristianos, seguidores de Cristo, Él va delante de nosotros y nos va conduciendo por el camino, por eso hay que saber conducir nuestra vida en torno al pastor que nos guía y nos orienta, en segundo lugar dice Jesús“el Buen Pastor conoce a sus ovejas”, sabe quién es cada una de sus ovejas, sabe de sus alegrías, de sus penas, de sus angustias y el Buen Pastor nunca las abandona, al contrario va al lado de ellas, animándolas, fortaleciéndolas, en tercer lugar dice “el Buen Pastor sabe escuchar a sus ovejas y las ovejas escuchan su voz”, ese diálogo permanente, la oración, la comunicación, el contacto entre oveja y pastor, es muy importante, el Papa Francisco nos ha hablado de la sinodalidad, que significa “todos somos responsables de la Iglesia”, entonces todos tenemos la oportunidad de poder manifestar nuestras opiniones, nuestras necesidades, y poder tomar acuerdos comunes, la parroquia hace presente a la Iglesia frente al pastor para ponernos todos de acuerdo y asi vivir como buenos cristianos, cumpliendo lo que nos enseña Jesús, en último lugar dice: “el Buen Pastor sabe dar la vida por sus ovejas”, Jesús casualmente en su pasión y muerte ha entregado su vida, para la vida de sus ovejas, de ahí viene el modelo de la enseñanza y del sacrificio.
Hoy tenemos que mirar a Jesús como nuestro Buen Pastor, darle las gracias, porque Él siempre nos conduce, ponernos en sus manos, confiar en Él, estamos viviendo momentos difíciles, todos necesitamos del apoyo, la confianza, la fortaleza de nuestro Buen Pastor y si Jesucristo ha dado su vida por sus ovejas, ya sabemos cuánto valemos para Él, entonces no hay que tener miedo, tenemos que fortalecer nuestra confianza y nuestra esperanza, estamos en el Año de la Familia, en cada hogar, en cada familia, el papá y la mamá son pastores de la comunidad familiar, sean como Jesús conduzcan a su familia, escuchen a sus hijos, dialogen con sus hijos y si es posible den su vida diaria, su sacrificio por la felicidad de todos sus hijos.

Que Jesús les colme de muchas bendiciones en esta semana en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
 
+ Richard Daniel Alarcón Urrutia
Arzobispo Metropolitano del Cusco.