El domingo 3 de diciembre, con una Santa Misa presidida por Mons. Richard Daniel Alarcón Urrutia, Arzobispo Metropolitano del Cusco, se dio inicio a la ceremonia de entrega del Templo de San Blas. Este acto representó la finalización del proceso de restauración integral llevado a cabo por la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco.

Durante su homilía, Monseñor Richard Daniel compartió su alegría de participar en este evento significativo, agradeció a las autoridades y al público presente, y señaló la importancia del tiempo litúrgico del Adviento. Alentó a la comunidad a preparar sus corazones para la celebración de la Navidad, subrayando la necesidad de caminar hacia Belén y recibir al Niño Jesús con amor y paz.

El Obispo destacó que la restauración del Templo no solo es un acto arquitectónico, sino un signo de Dios, de esperanza en tiempos difíciles. Recordó los desafíos de la pandemia y el esfuerzo dedicado a la recuperación de las obras de arte, resaltando la belleza de este monumento histórico recibido de generaciones anteriores.

Monseñor Alarcón expresó su gratitud a todas las personas e instituciones involucradas en esta obra maravillosa y llamó a la comunidad a afrontar el futuro con alegría, entusiasmo y confianza, poniendo al Señor en primer lugar.

Este proceso de restauración integral ha implicado una minuciosa atención a las estructuras exteriores e interiores, el campanario, el púlpito, así como la preservación de pinturas murales y obras de arte. Un equipo cohesionado de alrededor de 70 personas, entre profesionales técnicos, restauradores de obras de arte y personal obrero, ha trabajado incansablemente para devolverle su esplendor original.

La festividad culminó con una impresionante procesión del patrón de San Blas, donde fieles y autoridades se unieron para celebrar la renovación espiritual y cultural que representa la reapertura de este emblemático templo.