


El pasado 14 de octubre, en el complejo parroquial de las Franciscanas Misioneras del Sagrado Corazón de la Parroquia Virgen del Carmen de Margen Derecha, se llevó a cabo el encuentro mensual de la CONFER – Cusco (Conferencia de Religiosos y Religiosas del Cusco). El evento congregó a religiosos y religiosas de la región para tratar temas de relevancia eclesial y fortalecer su formación permanente.
La jornada comenzó con una solemne Santa Misa, presidida por el Padre Fray Raúl Estrada Herrera, OSA, en la que participaron activamente todos los religiosos y religiosas presentes. La misa no solo sirvió como un momento de profunda reflexión espiritual, sino también como un recordatorio de la importancia de la comunidad religiosa en la vida de la parroquia.
Uno de los temas centrales de este encuentro mensual fue la Estructura de Participación Eclesial de los Laicos. Los religiosos y religiosas presentes se enfocaron en discutir cómo fortalecer la colaboración entre los laicos y la comunidad religiosa en el servicio a la Iglesia y a la sociedad. Esta discusión demuestra el compromiso de la CONFER – Cusco en promover una Iglesia más inclusiva y abierta a la participación activa de todos sus miembros.
Además, durante el evento se abordaron los alcances del Sínodo de los Obispos, un tema de gran relevancia para la Iglesia en la actualidad, momento en el que Mons. Lizardo Estrada Herrera OSA. Obispo Auxiliar del Cusco y Secretario General del CELAM, envió un video contando su participación en este importante Sínodo. Los participantes compartieron ideas y perspectivas sobre cómo el Sínodo podría impactar la vida religiosa y la misión de la Iglesia en la región del Cusco.
Para cerrar este enriquecedor encuentro, las Hermanas Franciscanas del Sagrado Corazón llevaron a cabo una emotiva oración final, destacando la importancia de la fe, la unidad y la acción solidaria en el servicio a Dios y a la comunidad.
Este encuentro mensual de la CONFER – Cusco reafirmó el compromiso de la comunidad religiosa local en trabajar unida para fortalecer la vida de la Iglesia y contribuir al bienestar de la sociedad. Los participantes salieron inspirados y renovados en su vocación religiosa, listos para continuar su labor de servicio y evangelización en la región.