El 8 de marzo en la Basílica Catedral del Cusco, con una Santa Misa presidida por Mons. Richard Daniel Alarcón Urrutia, Arzobispo Metropolitano del Cusco, se celebró el día de San Juan de Dios, Eucaristía que contó con la participación virtual de los colaboradores de la clínica del mismo nombre y de la feligresía general.

En su homilía Mons. Richard Daniel, mencionó que “en esta pandemia la clínica San Juan de Dios, debe ser como una torre que ilumine la luz de la esperanza, que pueda brindar un servicio que devuelva la esperanza a nuestro pueblo en la medida de sus posibilidades. Donde el Señor actúa, lo que es imposible se convierte en posible y que le dé muchas bendiciones a todos a todos los que forman parte de esta obra maravillosa”.

San Juan de Dios nació y murió un 8 de marzo. Trabajó incansablemente durante diez años dirigiendo su hospital de pobres, con tantos problemas económicos que a veces ni se atrevía a salir a la calle a causa de las muchísimas deudas que tenía; y con tanta humildad, que siendo el más grande santo de la ciudad se creía el más indigno pecador.