En una emotiva y significativa ceremonia, el miércoles 26 de julio, la Basílica Catedral del Cusco fue el escenario de la III Jornada Mundial de los Abuelos y los Ancianos. La Santa Misa fue presidida por Mons. Lizardo Estrada Herrera OSA, Obispo Auxiliar del Cusco, en un evento organizado por la Comisión Arquidiocesana del Adulto Mayor de la Arquidiócesis del Cusco, con el apoyo de varias instituciones y pastorales comprometidas con el cuidado y bienestar de los adultos mayores.

La Eucaristía contó con la grata participación del Alcalde Distrital de Wanchaq, William Peña Farfán, representantes de la Municipalidad del Cusco, el presidente de la Asociación de Catedráticos Jubilados y Cesantes de la UNSAAC, así como miembros de otras instituciones involucradas en el apoyo y atención de los adultos mayores, incluyendo GERESA y EsSalud. Además, se contó con la presencia especial de los ancianitos del centro gerontológico San Francisco de Asís de Recoleta.

Durante su homilía, Mons. Lizardo recordó el lema de la jornada mundial, "Su misericordia se extiende de generación en generación", destacando la importancia de la unión intergeneracional y el papel fundamental que juegan los abuelos en la sociedad. Resaltó que la sabiduría y experiencia que solo los años conceden son un legado invaluable para las nuevas generaciones.

"Nuestros abuelos nos enseñan la pertenencia al pueblo de Dios. Son la riqueza de nuestra sociedad y debemos caminar junto a ellos para generar una sociedad humana y fraterna", enfatizó Mons. Lizardo. Hizo hincapié en la responsabilidad de los jóvenes de acompañar y fortalecer a los ancianos, subrayando que esa cercanía es una fuente de fortaleza para ambas generaciones.

Asimismo, el Obispo Auxiliar del Cusco exhortó a la sociedad a rechazar la "cultura del descarte" y a valorar la sabiduría y amor que los ancianos transmiten. "Ustedes, queridos abuelos y abuelas, no son meros beneficiarios de la ayuda de la Iglesia y la sociedad: son los protagonistas y son testimonio del amor incondicional de Dios", afirmó Mons. Lizardo.