Arzobispo del Cusco preside Santa Misa de Toma de Posesión Canónica del nuevo Párroco de la Parroquia San Pedro Apóstol del Cusco

El pasado domingo 3 de agosto, en el histórico Templo de San Pedro del Cusco, se celebró la Santa Misa de toma de posesión canónica del Rvdo. Padre Saúl Justiniani Franco, quien asumió oficialmente el cargo de Párroco de la Parroquia San Pedro Apóstol. La Eucaristía fue presidida por el Excmo. Mons. Richard Daniel Alarcón Urrutia, Arzobispo Metropolitano del Cusco, y concelebrada por el nuevo Párroco, en esta importante celebración estuvieron presentes la comunidad parroquial, hermandades y numerosos fieles fueron testigos de este acontecimiento.

Durante su homilía, Mons. Richard Daniel expresó su agradecimiento al Pbro. Gil Batallanos Neme por haber asumido con responsabilidad la administración pastoral durante el tiempo de transición, y recordó con gratitud al fallecido Padre Angelino Paucar Huamán, quien sirvió con entrega a esta comunidad. Asimismo, exhortó a los feligreses a comprometerse activamente en la vida parroquial y en las distintas actividades pastorales, haciendo énfasis en la catequesis como camino de formación y madurez en la Fe. Subrayó además, el gran potencial espiritual de la Parroquia, visible en sus jóvenes, catequistas, niños, hermandades e instituciones, alentando a todos a seguir cultivando esa riqueza para que dé abundantes frutos. Dirigiéndose al nuevo Párroco, el Arzobispo del Cusco, le recordó su misión como pastor: alimentar con la Palabra de Dios, presidir con reverencia las asambleas litúrgicas, y elevar junto al pueblo la alabanza al Señor, siguiendo el ejemplo de Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote.

Como parte de esta ceremonia, se realizó la entrega simbólica de las llaves del Templo, así como de los signos litúrgicos del agua bautismal y el confesionario.

Desde el Arzobispado del Cusco expresamos nuestras más sinceras felicitaciones al Rvdo. Pbro. Saúl Justiniani Franco, por la nueva misión pastoral que el Señor le ha confiado. Que su ministerio sea siempre guiado por la gracia de Dios y dé abundantes frutos al servicio de la Iglesia.