Hace treinta años, san Juan Pablo II instituyó la Jornada Mundial del Enfermo para sensibilizar al Pueblo de Dios, a las instituciones sanitarias católicas y a la sociedad civil sobre la necesidad de asistir a los enfermos y a quienes los cuidan, uniéndonos a las intenciones del Papa Francisco. En el marco del Año Misionero del Compromiso Social, Mons. Richard Daniel Alarcón Urrutia, Arzobispo Metropolitano del Cusco celebró una Santa Misa en el Hospital Regional del Cusco; lo propio hizo Mons. Lizardo Estrada Herrera OSA. Obispo Auxiliar del Cusco en el Hospital Nacional Adolfo Guevara Velasco EsSalud Cusco.

En su homilía Mons. Richard Daniel mencionó que en este momento todos tenemos una sola intención y es la salud de nuestros enfermos, ya que hoy en todo el mundo estamos todavía enfrentando una pandemia, que esperemos poco a poco vaya pasando. Sin embargo, la realidad de la enfermedad siempre estará presente, por lo que siempre debemos mantener una actitud frente a la enfermedad porque nadie está libre de padecer algo, es por eso que esta jornada nos pide tomar conciencia frente a la problemática de la enfermedad, pidiendo que seamos misericordiosos, porque un enfermo toca el corazón de Dios y Él responde con amor, con alivio.

Por su parte Mons. Lizardo Estrada expresó que, los enfermos no están solos, pues son acompañados por nuestra oración, además pidió que hagamos entender a los familiares de los enfermos que ellos son una parte sanadora importante y que Cristo nos salva, Él nos dice: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida, yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”, asimismo pidió a todos los presentes jamás perder la fe, ya que la fe hace cosas extraordinarias.