El pueblo cusqueño vivió la bendición de nuestro patrón jurado del Cusco, en un ambiente diferente, pero con la misma fe.

El tradicional lunes santo cusqueño por segundo año consecutivo fue vivido de una manera particular por las disposiciones del Estado a causa de la Pandemia de la COVID-19. Sin embargo, estas restricciones no han disminuido la fe del pueblo cusqueño, que vivió esta tradicional solemnidad religiosa a través de los medios de comunicación y las redes sociales, quienes transmitieron todos los actos celebrados en la Basílica Catedral del Cusco.

Las Eucaristías dieron su inicio a las 06:00 a.m., terminando con la Misa de Chayñas a las 11 de la mañana, presidida por Mons. Richard Daniel Alarcón Urrutia, Arzobispo Metropolitano del Cusco. Esta celebración se vio engalanada por la música de los instrumentos como arpas, flautas, pututos entre otros, así como por el cantar de las Chayñas del lado derecho y del lado izquierdo que año a año acompañan a nuestro Señor a viva voz con canticos tan especiales como el Apu yaya Jesucristo, entre otros.

A las 02:00 p.m. nuestro Arzobispo en compañía de Mons. Lizardo Estrada Herrera, OSA, Obispo Auxiliar del Cusco, dio su homilía para dar inicio a la procesión virtual. Comenzó su mensaje recordando que es el segundo año que celebramos el día del Taytacha de una manera diferente, quizás sin las actividades presenciales, pero con la misma fe y amor al señor, “porque Él es el primero en comprender por qué lo hacemos así, y por el amor que nos tiene nos cuida para evitar un mal mayor, lo importante es que se mantiene nuestra fe, se fortalece nuestra fe, porque Él está aquí y nosotros estamos con Él”.

“Él está en el corazón de cada cusqueño devoto, en cada hogar cusqueño, porque somos su pueblo y él es nuestro patrón. Desde nuestra fe, debemos sentirlo cerca, muy cerca de nuestras vidas, de nuestros problemas, de nuestras angustias. Él está para consolarnos, fortalecernos, para llenarnos de esperanza”, acto seguido se dio apertura a la procesión virtual, con imágenes de archivo de las procesiones de años pasados.

Finalmente, a las 08:00 p.m. hora aproximada en la que el Señor llegaba al atrio de la Basílica Catedral del Cusco de su recorrido procesional en años anteriores, fue llevado en su anda hasta la nave central de la Catedral cusqueña por efectivos policiales, para luego de dos años, impartir su bendición a la ciudad, como tradicionalmente solía hacer.

Esta emotiva bendición extraordinaria, quedará para el recuerdo del pueblo cusqueño quienes en familia desde sus hogares pudieron recibirla demostrando que nuestra fe es más fuerte que la pandemia.

Cabe resaltar que los miembros de la policía nacional del Perú que cargaron el anda del Señor de los Temblores, tenían la prueba molecular negativa al Sars COV 2 y además recibieron la preparación previa de parte de la Confraternidad del Señor de los Temblores.