MISA POR EL COMPARTIR SOLIDARIO
El pasado domingo 15 de mayo en la Basílica Catedral del Cusco se celebró una Santa Misa con ocasión del mes dedicado por nuestro Arzobispo al “compartir solidario”, como parte de la vivencia del Año Misionero del Compromiso Social. La Eucaristía fue presidida por Mons. Richard Daniel Alarcón Urrutia, Arzobispo Metropolitano del Cusco, y concelebrada por Mons. Lizardo Estrada Herrera OSA, Obispo Auxiliar del Cusco. En esta eucaristía se hizo la recolección de víveres para los comedores parroquiales y los “cucharones solidarios” como expresión del mandamiento del amor.
Mons. Richard Daniel en su homilía comentó que, una de las formas en las que Jesucristo ha demostrado este amor de Dios es a través de la solidaridad, una palabra que todos conocemos, porque nuestro pueblo peruano en los momentos más difíciles ha sabido dar testimonio de la solidaridad. En el corazón de cada cristiano está sembrada la semilla de la solidaridad y ¿qué significa la solidaridad?, la apertura, la salida, de sí mismo para ir al encuentro del hermano que sufre. Lo contrario de la solidaridad es la indiferencia, la exclusión y el amor de Dios no quiere esto.
También el domingo del amor solidario, invita a todos abrir sus corazones frente a una realidad que nos envuelve ahora, y a veces no vemos pero que existe en la realidad: el hambre. Todos sabemos que nuestro país ha sido golpeado tremendamente por esta realidad triste y trágica de la pandemia. Hay muchos hogares que están pasando por el hambre, no tienen sustento diario para poder asegurar un plato de comida, muchos niños y ancianos temen a la desnutrición y la anemia; cuando esta realidad se presenta, las puertas quedan abiertas para enfermedades mucho peores que la pandemia. Sí somos cristianos y estamos hechos para amar no podemos ser indiferentes.
El domingo del amor solidario es un llamado para que aprendamos a compartir con los hermanos que no tienen. Es importante qué cada uno de nosotros pueda grabar en su corazón, la necesidad de poder compartir con aquel que no tiene, estamos llamados a organizarnos como cristianos, para dar alimento a los que más necesitan y ciertamente existen familias hogares que necesitan; el domingo del compartir solidario se ha querido dar como un signo, una señal, cómo lo hizo Jesús en la multiplicación de los panes, cuando vio que el pueblo tenía hambre y el Señor dijo: denles ustedes de comer y solamente le trajeron a un niño con cinco panes y dos peces; Jesús lo multiplico y dio de comer a cinco mil personas, sobrando inclusive, porque el ser solidario logra conseguir lo necesario y aún sobra para poder seguir compartiendo.
Se ha organizado una campaña con las diversas comunidades de nuestras parroquias, de nuestras instituciones Cristianas, que han querido darnos una señal de que cuando hay una necesidad, estamos llamados a compartir solidariamente y ayudarnos mutuamente a superar, sobre todo el hambre, la necesidad básica para la vida. Este amor solidario tiene una sola palabra: el compartir. Hoy vamos a dejar una lección, un compromiso, para que nunca olvidemos que sí somos cristianos debemos también siempre dar señales de compartir con los demás.