El sábado 30 de agosto, la comunidad parroquial de San Jerónimo y la población cusqueña se congregaron para celebrar la Santa Misa en honor a su patrón, San Jerónimo. La Eucaristía fue presidida por Mons. Richard Daniel Alarcón Urrutia, Arzobispo Metropolitano del Cusco; junto a él concelebraron los párrocos del templo de San Jerónimo y varios sacerdotes miembros de la iglesia local. Además, participaron en la ceremonia las principales autoridades del distrito, así como feligreses y comparsas. 

Durante su homilía, Mons. Richard Daniel resaltó la importancia de San Jerónimo como símbolo de renovación de la fe, el compromiso cristiano y la colocación de Dios en el centro de nuestros corazones. Indicó que la celebración de las fiestas patronales es una oportunidad que Dios nos brinda para tomar conciencia de las áreas que debemos mejorar, tanto a nivel personal como espiritual.

El Arzobispo también hizo hincapié en contemplar la imagen de San Jerónimo y renovar nuestra pertenencia a la Iglesia católica, recordando que, a través de nuestro bautismo, somos hijos de Dios y de la Iglesia. Ser miembro de la iglesia implica una forma de pensar y ser.

Animó a los presentes a no quedarse con los brazos cruzados, ya que tenemos la riqueza de la palabra de Dios para cambiar la realidad de nuestra sociedad, y todo depende de cada uno de nosotros. Construir es la palabra clave que nos enseña y pide San Jerónimo.

Los feligreses y las autoridades ofrecieron flores, velas y ofrendas como símbolo de sus intenciones y agradecimiento al Patrón de San Jerónimo. La homilía concluyó con una invitación a nutrirnos con la palabra de Dios y a seguir construyendo la iglesia que Dios desea para todos nosotros.

Finalmente, después de la misa, el Santísimo salió en procesión. Detrás de él, con gran devoción y fe, lo acompañaron comparsas y feligreses al compás de danzas y música. Tras su recorrido, que incluyó visitas a cada uno de los altares que los fieles armaron en la plaza mayor del distrito, el Patrón San Jerónimo regresó al Templo en medio de un ambiente de júbilo y celebración.