EXHORTACIÓN PASTORAL

A LOS FIELES CATÓLICOS DEL CUSCO

CON MOTIVO DE LAS FIESTAS RELIGIOSAS

FRENTE A LA TERCERA OLA DEL COVID-19

Muy amados hermanos en Cristo:

En nuestra condición de padres y pastores de la arquidiócesis del Cusco, como representantes de Jesús el Buen Pastor que vela por la salud y la vida de sus ovejas, nos dirigimos a los fieles católicos del Cusco, para manifestarles lo siguiente:

1. Nos preocupa el incremento vertiginoso de los contagios por el corona virus en esta tercera ola de la pandemia, situación que va aumentando día a día, y que nos amenaza con volver a vivir los dramáticos momentos de los años pasados.

2. Como fieles católicos debemos tener el máximo cuidado con nuestra salud y velar por la salud de los demás, cumpliendo estrictamente las disposiciones emanadas del gobierno y del Ministerio de Salud, como también, participar de las campañas de vacunación que se nos ofrece, como signo de responsabilidad social y como dice nuestro Papa Francisco: “vacunarse es un acto de amor”. No debemos ser indiferentes ni confiarnos de estar inmunes a los contagios.

3. Todos sabemos de cuánto bien se ha hecho a nuestro pueblo, con la apertura de nuestros templos y con la participación presencial en nuestros actos de culto. Con mucha responsabilidad hemos cumplido estrictamente con los aforos y medidas de bioseguridad permitidos por las disposiciones de nuestro gobierno. La fe ha sido un factor muy importante para consolar y levantar el ánimo de nuestro pueblo golpeado por las consecuencias de la pandemia.

4. Todos sabemos también que nuestras costumbres religiosas, expresadas en la fiestas y devociones a nuestros santos patronos, tradicionalmente se realizan en los primeros meses de cada año. En esta oportunidad nuestras costumbres religiosas se enfrentan ante el desafío de una tercera ola manifestada en los contagios con las variantes del Covid-19 (delta y ómicron) que ya está difundiéndose en nuestro pueblo.

5. Ante estas dos realidades, como pastores les EXHORTAMOS a tener estas actitudes:

a) Participar de las celebraciones eucarísticas con mucha devoción y con gran responsabilidad, cumpliendo con las medidas de bioseguridad y protección de nuestra salud, los certificados de vacunación, guardando los aforos permitidos y el distanciamiento social, respetando las medidas del Estado de emergencia social y del Estado de Alerta que nos asigna las autoridades de la salud y del Comando Covid de nuestra región. En nuestras fiestas religiosas prioricemos lo más grande que tenemos que es la celebración Eucarística, expresión máxima de nuestra fe y el culto más agradable a los ojos de Dios.

b) Evitar todo aquello que favorezca el contagio masivo: las aglomeraciones, las reuniones sociales, las manifestaciones públicas y fiestas costumbristas fuera del ámbito religioso. Todos estos actos ajenos a nuestra fe, son una amenaza contra la salud pública y perjudica mucho a la imagen de nuestra Iglesia.

c) Frente a la difícil situación que vivimos, suplicamos a los párrocos y organizaciones de las fiestas patronales, a reestructurar sus programas, que posiblemente ya estaban planificados, teniendo en cuenta las indicaciones dadas, ya que esta tercera ola nos ha sorprendido a todos. Por el bien y la salud de nuestro pueblo, lo que ahora nos limitamos mañana será motivo de alegría cuando veamos que hemos contribuido a volver a la normalidad de nuestra vida de fe.

d) Como responsables de nuestra iglesia y en nombre de nuestros fieles católicos, deslindamos nuestra responsabilidad de todo acto de desacato e incumplimiento a las normas de bioseguridad, emanadas por nuestras autoridades, que puedan infringir algunos de nuestros fieles, fuera del ámbito de nuestros templos y programas elaborados. Pedimos a nuestras autoridades civiles que actúen conforme a las leyes y normativas dadas.

e) Que esta tercera ola sea una nueva oportunidad para volver nuestra mirada a Dios y suplicarle su misericordia y protección, que nos libre de sus terribles consecuencias, que no volvamos a perder a nuestros seres queridos, que cuide a nuestros niños y personas vulnerables. Que nos comprometamos a ser responsables y solidarios con nuestro prójimo. No olvidemos que el Amor de Dios es más fuerte que la pandemia.

Cusco, 17 de enero del 2022.

Con afecto fraternal les bendecimos.

+ RICHARD DANIEL ALARCÓN URRUTIA                   + LIZARDO ESTRADA HERRERA

Arzobispo del Cusco                                               Obispo Auxiliar del Cusco