Arzobispo del Cusco preside Santa Misa de Toma de Posesión Canónica del Rvdo. P. Anibal Oyola, S.J., como nuevo Párroco de la Parroquia El Sagrario de la Compañía de Jesús

El pasado 23 de septiembre, en el Templo de la Compañía de Jesús, se celebró la Santa Misa de Toma de Posesión Canónica del Rvdo. Padre Aníbal Oyola, S.J., quien asumió oficialmente la responsabilidad pastoral como nuevo Párroco de la Parroquia El Sagrario. La solemne Eucaristía fue presidida por el Excmo. Mons. Richard Daniel Alarcón Urrutia, Arzobispo Metropolitano del Cusco, y concelebrada por nuevo Párroco y el Rvdo. Padre Juan Carlos Pallardel Aparicio, S.J. A la celebración se unieron sacerdotes diocesanos, miembros de la Compañía de Jesús y fieles laicos, quienes acompañaron en este significativo momento para la comunidad eclesial cusqueña.

Durante su homilía, el Arzobispo expresó su sincero agradecimiento al Padre Juan Carlos Pallardel por su entrega y generoso servicio como administrador parroquial en los últimos meses. Asimismo, dio la bienvenida al nuevo Párroco en nombre del presbiterio, de la vida consagrada y de todas las organizaciones pastorales, recordándole que “somos una Iglesia en camino”. En un gesto simbólico, le hizo entrega de una comunidad con una rica historia de Fe, alentándolo a asumir esta nueva etapa bajo la protección del Señor de Burgos y de San Ignacio de Loyola. También le recordó que el ministerio sacerdotal conlleva la Cruz de cada día, una vida entregada al servicio, y que un buen pastor debe ser siempre fiel, construir una Iglesia sinodal y misionera, y hacer de la parroquia una casa de puertas abiertas, donde todos puedan caminar juntos.

Como parte del rito litúrgico, se realizó la entrega del ministerio pastoral, que incluye la responsabilidad del bautismo, la confesión de los pecados, la presidencia de la comunidad, la celebración de la Eucaristía, así como la administración del Templo y la casa parroquial.

Desde el Arzobispado del Cusco, expresamos nuestras más sinceras felicitaciones al Rvdo. Padre Aníbal Oyola, S.J., por la misión que hoy comienza, y pedimos al Señor que su servicio sacerdotal esté siempre iluminado por la gracia divina y dé abundantes frutos al servicio de nuestra Iglesia.